Podéis leer la fábula original de La Fontaine.
Llegado ya el invierno riguroso
la cigarra (que el tiempo caluroso
del estío pasó sólo cantando),
se halló desproveída
de lo preciso a conservar la vida;
y al duro extremo su escasez llegando
de no tener de mosca o gusanillo,
ni aun siquiera el más leve pedacillo.
A casa de la hormiga,
su vecina y amiga,
fue a implorar para su hambre algún socorro,
y le rogó quisiese de su ahorro
algún grano prestarle
para su subsistencia
que juzgaba poder reintegrarle,
sin que mediase apremio ni violencia,
en la estación siguiente:
“Yo te ofrezco pagar puntualmente,
como soy animal -le dijo- antes
del agosto futuro,
el principal y el interés constantes”.
La hormiga (esto es seguro)
no gusta de prestar, y, el tal defecto
es en ella el menor. Conque, en efecto
preguntó a la cigarra: “¿Qué te hacías
en los tan largos y ardorosos días
de verano?”. “Cantaba,
a todo el que pasaba
sin excepción de hora”
“¿Cantabas? Está bien, pues baila ahora”.
Jean de La Fontaine.
Podéis observar la original en francés.
PINCHA EN LA IMAGEN Y LA PODRÁS VER MEJOR.
A continuación podéis leer la fábula de La Fontaine, adaptada. Existen diferentes versiones, aquí podréis comprobarlo.
Cantó la cigarra
durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de
su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni
una mosca, ni un gusano.
Fue entonces a llorar
su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara
de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
-- Te pagaré la deuda
con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy
mi palabra.
Mas la hormiga no es
nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a
la cigarra:
-- ¿ Qué hacías tú
cuando el tiempo era cálido y bello ?
-- Cantaba noche y día
libremente -- respondió la despreocupada cigarra.
-- ¿ Conque cantabas
? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a
bailar, amiga mía.
MORALEJA: No pases tu tiempo
dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha
para los momentos de escasez
Una vez, al llegar el invierno, una cigarra que estaba muerta de
hambre se acercó a la puerta de un hormiguero pidiendo comida. A su
pedido respondieron las hormigas, haciendo la siguiente pregunta:
-¿Por qué durante el verano no hiciste tu reserva de alimentos como lo hicimos nosotras?
La cigarra respondió:
- Estuve cantando alegremente todo el tiempo, y disfrutando el verano
plenamente ¡Si hubiera sabido lo duro que es el invierno...!
Las hormigas le dijeron:
-Mientras nosotras trabajamos duro durante el verano para tener las provisiones y poder pasar el invierno, tú disfrutabas y perdías el tiempo. Así que ahora...¡sigue bailando!
Pero las hormigas sintieron pena por la situación y entendieron que
la cigarra había aprendido la lección, entonces finalmente compartieron
con ella su alimento.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.
Os dejo varias imágenes de la fábula.
A continuación podéis ver unos vídeos sobre la fábula.
Os dejo unas imágenes que podéis colorear sobre la fábula.